Trabajadores de la planta de producción de Emergent BioSolutions mezclaron accidentalmente una serie de componentes del inoculante, echando a perder el lote. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) suspendió futuros envíos mientras investiga lo sucedido
Una planta que fabrica dos de las vacunas contra el coronavirus combinó accidentalmente los ingredientes de las vacunas hace varias semanas, arruinando alrededor de 15 millones de dosis de Johnson & Johnson, y obligando a los reguladores a retrasar la autorización de las líneas de producción de la planta.
De acuerdo con un artículo de The New York Times, la planta es controlada por Emergent BioSolutions, compañía asociada tanto con Johnson & Johnson y AstraZeneca en la manufactura de vacunas contra el COVID-19.
Según el diario estadounidense, las autoridades federales atribuyeron lo ocurrido a un error humano. Como consecuencia del error, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) suspendió futuros envíos del inoculante mientras investiga lo sucedido.
Con todo, el episodio no afecta las dosis de Johnson & Johnson que actualmente están siendo administradas en todo el país, debido a que esas fueron producidas en los Países Bajos, donde las operaciones han sido totalmente aprobadas por los reguladores federales.
Sin embargo, se suponía que todos los próximos envíos de la vacuna Johnson & Johnson, que estaban proyectados en un total de decenas de millones de dosis para el próximo mes, llegarían a distribuirse en todo el país desde la enorme planta de Baltimore. Esos envíos son los que se encuentran en suspenso a la espera de una resolución de las autoridades sanitarias.
Mientras tanto, los otros dos fabricantes autorizados por el gobierno federal, Pfizer-BioNTech y Moderna, continúan entregando las dosis como estaba previsto.
El miércoles se supo además que el covid-19 fue la tercera causa de muertes en Estados Unidos en 2020, después de las enfermedades cardíacas y el cáncer, según un informe de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
La agencia federal indicó que el covid-19 se cobró el año pasado 377.000 vidas (547.000 en total desde que comenzó la pandemia y hasta ahora, según los CDC), solo por detrás de los 690.000 fallecidos por enfermedades coronarias y las 598.000 por cáncer. En total, el pasado año hubo 3,3 millones de muertes más en EEUU respecto a 2019, lo que supone un alza del 16%.
Las semanas con más fallecimientos por covid-19 fueron a comienzos de abril, con la llegada de la pandemia, y en diciembre, durante las vacaciones de navidad, de 2020, de acuerdo con el reporte.
Tras analizar datos preliminares del certificado de defunción, los investigadores encontraron que las tasas de muerte más altas por la covid-19 se registraron el año pasado entre los mayores de 85 años, los nativos americanos, los hispanos y los hombres.
Hasta ayer martes, 95 millones de estadounidenses (28,6 % de la población) han recibido al menos una dosis de vacuna anticovid y 52 millones han recibido las dos (15,8 %), mientras prácticamente la mitad de los mayores de 65 años, que corren más riesgo, ya están inmunizados, de acuerdo a los CDC.
EEUU ha acelerado de manera sustancial el proceso la vacunación, y actualmente administra más de 3 millones de dosis diariamente.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha pedido a las autoridades estatales asegurar que todos los adultos de la nación puedan vacunarse el próximo 1 de mayo y se ha marcado como meta que la mayoría, el 90%, dispongan de un centro de vacunación a cinco millas de su residencia antes de esa fecha, el 19 de abril. Con información de INFOBAE. #Coronavirus.