Esta primera vuelta electoral en Guatemala nos muestra que hay siete bloques de departamentos que votaron muy similarmente entre sí, yendo más allá de la dicotomía entre capital e «interior».
Cada persona vota de manera distinta; sin embargo, los datos de esta primera vuelta electoral nos muestran que las personas que viven en las mismas regiones tienden a votar muy parecido. De hecho, es posible agrupar a los votantes en siete regiones o bloques de acuerdo a su manera de votar.
Con los datos proporcionados por el Tribunal Supremo Electoral en su página web dedicada a esta primera vuelta electoral, realicé un análisis de datos buscando encontrar si existían similitudes en los patrones de votación que fueran más allá de separar votos rurales y urbanos, o la clásica separación de la capital y el interior de la república.
Para esto utilicé los datos de votos válidos para presidente, sin tomar en cuenta votos nulos y blancos, sino que centrándome en los votos emitidos para alguno de los partidos políticos. Estamos hablando de más 24,000 actas correspondientes a las mesas electorales en los 22 departamentos del país más las provenientes de los votos en el extranjero. Al obtener los datos generales de cada uno de los departamentos —tomando al extranjero como uno más— procedí a agruparlos de acuerdo a la similitud en las distribuciones de voto.
El agrupamiento de datos es uno de los problemas clásicos en la ciencia de datos. Una de las herramientas más utilizadas para este fin se conoce como el análisis clúster (del inglés cluster: bloque o grupo). En este caso utilicé un clúster jerárquico, el cual ordena los datos de acuerdo a su similitud o distancia. Acá los datos utilizados son los resultados porcentuales de votos válidos para cada partido político en cada uno de los departamentos del país.
La gráfica muestra la representación (dendograma) de la relación entre los bloques obtenidos con el análisis clúster, en donde las líneas de conexión representan una similitud mayor entre departamentos.
Por ejemplo, Jalapa y Jutiapa muestran una conexión temprana, mostrando una mayor similitud en sus patrones de voto, a diferencia de los «Guatemaltecos en el Extranjero», quienes muestran un patrón muy distinto a todos los demás y por ende su línea de conexión aparece más tarde.
De acuerdo a los parámetros con que se realice este análisis es posible obtener un distintos números de bloques; sin embargo, se puede apreciar que particionar los datos en siete bloques, estos presentan patrones de similitud fuertes. Estos bloques presentan un alto componente geográfico; sin embargo, existen departamentos que de acuerdo a su forma de voto son más similares a otros departamentos que no están geográficamente cercanos. Por ejemplo, Totonicapán presenta un comportamiento más parecido a los departamentos costeros de Retalhuleu, Escuintla y Suchitepéquez.
Así votó cada bloque
A la hora de agrupar los votos de los departamentos de cada bloque, podemos observar patrones distintos entre cada uno de ellos, mostrando comportamientos particulares, no sólo respecto de los punteros, también en la distribución de votos de todos los partidos.
En este primer bloque encontramos al Distrito Central, al departamento de Guatemala y a Sacatepéquez. Estos representan el 25% de los votos emitidos el pasado 25 de junio, convirtiéndose en el bloque más grande.
Acá tenemos que Movimiento Semilla estuvo muy por encima de los demás partidos, obteniendo casi el triple de los siguientes. Los partidos medios (UNE, Cabal, Valor/Unionista, VOS, Viva) estuvieron cerca entre sí, y luego tenemos los demás partidos con un desempeño bajo. Este bloque presenta un comportamiento de puntero solitario y con cinco partidos tratando de sobresalir del resto.
El bloque dos en realidad solamente lo conforma los «Guatemaltecos en el Extranjero» debido a que este patrón de voto es muy diferente a lo ejercido en los demás departamentos. Cabe destacar que solamente hubo un poco más de 1,400 votos en el extranjero, por lo que la poca cantidad de datos influye en la separación que existe con los demás bloques.
Acá se nota un desempeño muy similar entre los tres partidos punteros (Semilla, Cabal, Valor/Unionista), no habiendo un claro ganador. VOS es el único partido secundario, y luego UNE y Viva se presentan como terciarios. En este bloque no existe variabilidad intra partido ya que solamente hay un dato.
El tercer bloque está compuesto por Alta Verapaz, Baja Verapaz, Chiquimula, Izabal, Petén y San Marcos. Conforma aproximadamente el 24% de los votantes, siendo el segundo bloque más grande. Es importante resaltar que San Marcos, pese a no estar en la misma región geográfica que los demás, presentó un patrón de voto similar a estos.
Tenemos que UNE aventajó por mucho a los demás partidos, obteniendo más del triple de los votos. Podemos observar que en este bloque el voto fue muy concentrado en el puntero y con cinco candidatos secundarios tratando de sobresalir de los demás partidos, presentando un comportamiento muy similar entre ellos.
El cuarto bloque solamente lo comprenden Chimaltenango y Quetzaltenango. Este es el bloque más pequeño —sin contar a los extranjeros— dado que solamente lo conforman dos departamentos y representa el 9% de los votos.
Ambos departamentos presentaron patrones similares de voto, con Semilla de puntero pero no con una ventaja muy amplia. Luego tenemos un bloque de secundarios con UNE, Vamos, Viva, Cabal, Valor/Unionista y VOS con un desempeño muy similar. Tenemos entonces un puntero con poco margen y un grupo secundario bastante cercano. Finalmente, un grupo de terciarios que no logró despegar.
El bloque 5 lo conforman Huehuetenango, Quiché y Sololá sumando el 17% de los votantes.
Acá es interesante observar que no existe un puntero consolidado, sino que UNE y Vamos presentan un desempeño muy similar, con la UNE con un poco más de dispersión. Luego Viva y Cabal comparten una segunda posición y Semilla se ubica en medio con un tercer lugar poco definido. Este bloque entonces concentra más votos entre los punteros, los secundarios y los terciarios, dejando con muy pocos votos a los últimos partidos.
En el siguiente bloque están El Progreso, Jalapa, Jutiapa, Santa Rosa y Zacapa. Este bloque suma aproximadamente el 12% de los guatemaltecos que ejercieron su voto.
Acá podemos observar que la UNE es el claro puntero y que Semilla, Vamos, Viva, Cabal y Valor/Unionista son sólidos segundo, con un voto muy similar entre ellos. En este bloque se logra ver un claro puntero y un sólido grupo secundario.
Finalmente, el bloque siete lo conforman Escuintla, Retalhuleu, Suchitepéquez y Totonicapán, los cuales suman un 13% de los votos emitidos en la primera vuelta.
La UNE aparece como primero; sin embargo, no presenta un amplio margen respecto del segundo como en otros bloques. Viva se muestra como un sólido segundo lugar y luego en tercero vemos a Semilla, Vamos, Cabal y Valor/Unionista, siendo muy similares entre sí. Acá tenemos entonces un puntero muy disperso, un claro secundario y cuatro terciarios.
Más allá de la capital y el «interior»
Cada uno de estos bloques votó de manera muy diferente, presentando claros patrones entre los departamentos que los conforman. Si se analiza en individual al ganador de cada departamento sólo se puede hacer una primera lectura del comportamiento de los votantes; sin embargo, al ver el perfil completo del desempeño de todos los partidos, es posible descubrir que los patrones van más allá de la capital y del llamado «interior» del país.
Pese a la variabilidad de los datos entre municipios, zonas rurales y urbanas, etcétera, es posible descubrir patrones de voto en los departamentos y regiones del país. Cabe destacar que los datos mismos se agrupan naturalmente con una fuerte componente geográfico.
Es decir, los bloques de departamentos cercanos en el mapa emergen de los datos de voto. Sin embargo, no todo está dictado por esto ya que existen departamentos que votaron de forma distinta a sus vecinos geográficos y más similarmente que otros alejados.
Si bien Semilla ganó en los departamentos de Guatemala, Sacatepéquez, Chimaltenango y Quetzaltenango, y la UNE ganó en los demás —a excepción de Sololá donde ganó Vamos— un comportamiento más completo y rico se obtiene al observar el espectro completo de votación para todos los candidatos.
Los bloques uno y tres presentan un comportamiento de tipo consolidado, votando principalmente por un puntero (Semilla y UNE respectivamente), el cual obtuvo casi el triple de los votos del segundo lugar.
Los bloques cuatro y seis presentan un comportamiento de tipo segmentado, con un solo puntero (Semilla y UNE, respectivamente) pero con un sólido grupo de secundarios.
El bloque siete tiene un comportamiento tipo distribuído, con un puntero, un secundario, y un grupo terciario de unos siete partidos.
Finalmente, el bloque cinco tiene un comportamiento de tipo dividido, donde no hay punteros claros (UNE y Vamos), un grupo de secundarios, y un terciario.
Estos patrones de voto nos muestran que, aunque en ciertos bloques exista una tendencia sólida hacia los punteros, en muchos bloques no hay una ventaja evidente y existe un comportamiento bastante uniforme. Dichos patrones nos señalan una realidad más compleja y rica que se aleja de la usual dicotomía entre la capital y el «interior». Con información de Plaza Pública. #Política.