Redacción Ciencia, jun (EFE).- Un equipo ha identificado, en ensayos en laboratorio, cuatro sustancias capaces de inhibir la replicación del SARS-Cov-2 dentro de las células y el compuesto más prometedor se usa para el tratamiento de la tenia, con el que se está realizando un ensayo clínico.
Investigadores del Hospital Universitario Charité, de Berlín, y de la Universidad de Bonn publican en Nature Communications un estudio sobre cómo el virus que causa el COVID-19 reprograma, para obtener ventaja, el metabolismo de las células que infecta.
El estudio identifica cuatro sustancias que inhiben la replicación del virus, de las cuales está en fase experimental contra el cáncer y la otra se usa contra la tenia.
En pruebas con cultivos celulares en laboratorio, el equipo vio que el efecto antiviral más pronunciado se asoció a la niclosamida, que reduce la producción de partículas infecciosas del SARS-CoV-2 en más de un 99 por ciento.
Uno de los autores del estudio Marcel Müller, del Charité, recordó que su uso contra las infecciones de tenia en humanos está autorizado desde hace mucho tiempo y se tolera bien a dosis potencialmente relevantes.
Estudio clínico
El equipo considera que esta sustancia es la más prometedora por lo que están realizando un estudio clínico para comprobar si podría tener también un efecto positivo en las personas con COVID-19.
Otra de las sustancias analizadas está en fase de ensayo clínico para probar su tolerabilidad y eficacia contra varios tipos de cáncer y en las pruebas en laboratorio redujo la producción de virus en aproximadamente un 90 por ciento.
Las otras son dos poliaminas, la espermidina y la espermina. La primera se encuentra de forma natural en alimentos como el germen de trigo o la soja y redujo el número de partículas de virus producidas en un 85 por ciento.
La espermina, que está de forma natural en el organismo, reduce la replicación viral en más de un 90 por ciento en células pulmonares humanas y en un modelo de intestino humano compuesto por grupos de células conocidos como organoides.
El equipo trabaja con formas puras de ambas sustancias, que no son adecuadas para el uso médico, y aún quedan muchas preguntas por responder antes de poder considerar las poliaminas como un tratamiento potencial contra el COVID-19, según señala el equipo en un comunicado del Hospital Universitario Charité.
Sin embargo, los autores consideran que estos resultados son un buen punto de partida para la investigación con modelos animales. AGN #Covid-19.-