Para este proceso electoral se inscribieron 83 de estas agrupaciones para optar a cargos municipales. Es un 32 % menos en comparación con los últimos comicios.
Por Carmen Valle
En 2023, se presentaron 114 organizaciones candidaturas para corporaciones municipales. De estas, 83 son comités cívicos. La cantidad se redujo, pues en 2019 se registraron 121. Tienen menos ventajas en comparación con los partidos políticos, menos presupuesto y menos tiempo para buscar a ciudadanos afines.
Los comités cívicos son agrupaciones formadas para postularse a cargos municipales en una ciudad específica y solo durante el año de elecciones. Es decir, un comité cívico no inscribirá candidatos a diputaciones o a binomio presidencial, no tendrá presencia en más de un municipio y solo está vigente durante el proceso electoral.
En 2023, según los registros del Tribunal Supremo Electoral (TSE), se inscribió la menor cantidad de comités cívicos de los últimos 12 años. A decir del abogado Gerson Sotomayor, una de las razones por las cuales esto sucede es por la falta de incentivos para formar una organización de este tipo.
La Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP), explica, facilita la conformación y participación de partidos políticos en mayor medida que la de comités cívicos: “tienen menos dinero (estos últimos), una prohibición de anunciarse en postes o formas tradicionales de hacer propaganda y no pueden hacer proselitismo, entonces se dan a conocer hasta que empieza la campaña. Con los partidos sucede lo contrario”.
A Flourish chartPara este año, los partidos políticos tienen un techo presupuestario de campaña de 50 centavos de dólar por cada empadronado, mientras los comités cívicos tienen 10 centavos de dólar. Los primeros, a causa de la deuda política, recibirán de vuelta el dinero proporcional a los votos obtenidos en los comicios, pero los segundos no tendrán devoluciones.
Las diferencias también aplican respecto a los requisitos mínimos para tener representación en la ciudad. El artículo 49 de la LEPP obliga a los partidos a tener al menos 40 afiliados en un municipio para contar con organización partidaria allí. En tanto, el artículo 99 requiere que los comités tengan entre 100 y 1 mil 500 afiliados para constituirse, y estos se calculan en proporción a los empadronados.
“Incentivos para formar comités cívicos casi no hay, pero existen porque en muchos municipios los comités tienen mayor legitimidad que los partidos”, sostiene Sotomayor. “Hay casos en Huehuetenango donde los candidatos de estas organizaciones pertenecen a cada comunidad y al verse representados, los vecinos votan por ellos. Cada cuatro años quienes ganan, casi sin excepción, son los comités”, agrega.
En Mazatenango (Suchitepéquez), por ejemplo, el alcalde es Manuel de Jesús Delgado. Lleva cuatro períodos no consecutivos en el puesto, casi 16 años, y en todas las ocasiones ganó con comités cívicos.
“El incentivo es ser independientes. Un comité cívico permite no amarrarse a una organización multitudinaria donde uno no sabe quiénes participan. Podemos formar un grupo más pequeño y con mayor certeza de quiénes están involucrados”, cuenta Aldo Herrera, integrante del comité Sacándole Brillo a Xela (SBX) en Quetzaltenango.
Al no hacer vallas publicitarias o propaganda de poste a poste, SBX se da a conocer de otras maneras. Por ejemplo, instaló columpios donde se anuncia su nombre y en las calles se entregan tarjetas de presentación a las personas en vez de volantes. Además, para conocer el plan de gobierno, los vecinos se reúnen en parques a tomar chocolate caliente y hablar sobre las propuestas.
Del total de candidaturas en comités cívicos, solo cuatro mujeres buscan ser alcaldesas. Se encuentran en San Cristóbal Verapaz, Zacapa, Jutiapa y Ayutla. Pertenecen, en el mismo orden, a las agrupaciones Kaq’koj, R-19 por amor a Zacapa, CONSOL y Crecer. Co b i información de Ojoconmipisto.