POR SHANE SULLIVAN
InSight Crime.
Luego de casi dos décadas de control político sobre una pequeña localidad del oeste de Guatemala, la extradición de un alcalde amenaza con echar abajo la supremacía política de su familia en la costa Pacífica del país, una región en la que los representantes del gobierno local tienen historia con el narcotráfico.
Carlos Preciado Navarijo, alcalde de Ocós, una pequeña población en la costa Pacífica de Guatemala, fue extraditado a Estados Unidos a finales de febrero para comparecer ante la Corte del Distrito del Este de Texas por conspiración para la distribución de estupefacientes en ese país. Preciado, quien fue detenido el pasado 19 de enero en el aeropuerto internacional Tocumen de Panamá, contaba con una circular roja de Interpol.
La familia Preciado Navarijo ha controlado la política en Ocós desde 2004, cuando la matriarca de la familia, Edilma Navarijo de León, fue elegida alcaldesa —un cargo en el que se sostendría hasta 2016. La hija de la familia, Vivian Preciado Navarijo, entró al negocio familiar en 2015, y logró su primer nombramiento político a los 26 años, como diputada en el Congreso por el departamento de San Marcos.
En 2015, Edilma se hizo a un lado en Ocós para lanzarse a la alcaldía de La Blanca, municipio vecino, que se había separado de Ocós en 2014. Con su madre fuera de la contienda, Carlos lanzó su tercera campaña a la alcaldía, después de haber perdido frente a ella en 2007 y 2011. Sin embargo, esta vez tampoco tuvo éxito, al igual que Edilma en el municipio de La Blanca.
En las elecciones de 2019, la familia Preciado Navarijo logró su meta. Vivian mantuvo su curul en el congreso, Edilma llegó a la alcaldía de La Blanca, y Carlos ganó la contienda por la alcaldía en Ocós luego de que su principal contendor quedara descalificado por hacer campaña por fuera de la temporada electoral.
VEA TAMBIÉN: Un alcalde y la violencia del narco en el Pacífico de Guatemala
Sin embargo, la extradición de Carlos a Estados Unidos – menos de un año después de llegar a la alcaldía – es un escándalo más para la familia Preciado Navarijo, que ya ha protagonizado varias controversias a lo largo de las últimas dos décadas.
En 2010, Vivian Preciado Navarijo fue capturada y liberada después de ser acusada de montar una cortina de humo para proteger a Víctor Hugo Soto Diéguez, exagente del Departamento de Investigación Criminal (DINC), condenado por ejecuciones extrajudiciales durante un allanamiento a la prisión La Granja Pavón en 2006.
Dos años antes del arresto de Vivian Preciado, el 28 de junio de 2008, Víctor Hugo Soto resultó herido en un tiroteo que terminó también con la muerte de José Luis Preciado, hijo de Edilma. Carlos Humberto Preciado, el padre de la familia, fue asesinado el mismo día en hechos separados.
En 2011, Alma Lucrecia Hernandez-Preciado, alias “La Tía”, fue detenida y posteriormente sentenciada a 30 años de prisión en Estados Unidos por tráfico de drogas. Según los fiscales, Alma organizó una serie de despachos de cocaína por vía marítima desde Ecuador hacia Guatemala usando lanchas rápidas, una táctica común para el transporte de narcóticos en el Pacífico.
Análisis de InSight Crime
Ubicado en el extremo noroeste de Guatemala, el municipio de Ocós está en una ubicación estratégica para el narcotráfico en el departamento de San Marcos que ha sido aprovechada por narcotraficantes y políticos por igual.
Dada su proximidad con regiones rurales y montañosas, la frontera con México, y la costa Pacífica – donde se descarga la mayoría de los estupefacientes que llegan de Suramérica – Ocós es una pieza clave en el trasiego de drogas y un gran botín criminal.
Hasta su captura en 2011, Juan Alberto Ortiz López, alias “Juan Chamalé”, abrió caminos para el tráfico de drogas en el departamento de San Marcos. Chamalé implementó el uso de semisumergibles y usó a pescadores locales para traficar cocaína a lo largo de la costa Pacífica, donde su organización criminal, Los Chamalés, recibieron cargamentos de cocaína de varias toneladas, para luego transportarlos a México y Estados Unidos.
Los Chamalés comenzaron sus actividades en la década de los 90 y, pese al arresto de varios miembros de alto rango en 2011, incluido Juan Chamalé, la organización criminal siguió creciendo. Para 2012, Los Chamalés eran considerados uno de los principales transportistas de drogas para el Cartel de Sinaloa.
Entre los cabecillas del grupo que fueron capturados en 2011 estaba Alma Lucrecia Hernandez-Preciado, tía de Vivian y Carlos Preciado Navarijo.
Tras la extradición de Chamalé en 2014, sus amigos, parientes, y exjefes de seguridad compitieron por el control de su estructura de narcotráfico. Al final, Erik Salvador Súñiga Rodríguez, cómplice de larga data de Chamalé, y entonces alcalde de Ayuntla, San Marcos, se hizo con el control del narcotráfico en el departamento, según documentos de la Corte de Distrito del Este de Texas publicados por el diario El Periódico.
La red criminal de Súñiga, conocida como “Los Pochos”, funcionó en Ayuntla, San Marcos, desde donde Súñiga, como alcalde, podía aprovechar su autoridad y control sobre la fuerza pública para facilitar el transporte de cocaína a lo largo de la frontera entre Guatemala y México, según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
En entrevista con InSight Crime, Edwin Escobar, exalcalde de Villa Nueva, excandidato presidencial y expresidente de la Asociación Nacional de Municipalidades de la República de Guatemala (ANAM), explicó cómo Súñiga perpetuó su operación de narcotráfico y lavado de dinero mediante un sistema de corrupción política que se extendió desde la frontera sur de Guatemala con Honduras y El Salvador, subiendo por la costa Pacífica hasta el departamento de San Marcos, y hasta el otro lado de la frontera norte con México.
Según Escobar, Súñiga hizo aportes ilícitos a candidatos a la alcaldía a lo largo de las fronteras sur, Pacífico y norte de Guatemala. Al llegar al cargo, estos alcaldes otorgaban contratos de obras públicas a empresas constructoras asociadas con Súñiga, lo que le permitía blanquear el dinero de la droga mediante la compra de suministros para los proyectos. Al tiempo, Súñiga usaba el dinero de los contratos con el gobierno para seguir aceitando su sistema de corrupción, que a la vez facilitaba sus actividades de narcotráfico para su gran comprador: el Cartel de Sinaloa.
En diciembre de 2019, Erik Súñiga se entregó a la Administración Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA) y fue extraditado a ese país bajo cargos de narcotráfico y lavado de dinero. Su entrega fue la culminación de ocho meses de negociaciones con la DEA, las cuales se iniciaron en abril de 2019. A pesar de que Súñiga estuvo sometido al escrutinio del gobierno mientras negociaba su entrega, los cargamentos de narcóticos siguieron fluyendo a través de San Marcos, en especial, a través de Ocós.
En mayo de 2019, mientras Súñiga seguía en conversaciones con la DEA, efectivos del Ejército guatemalteco decomisaron 2,3 toneladas de cocaína en la Reserva Nacional Manchón Guamuchal, en El Chico Tilapa, Ocós, San Marcos. De acuerdo con los reportes, la cocaína estaba oculta entre los manglares de un terreno rural al que llegaron luego de rastrear un avión hasta el interior de la Reserva. Pocos días después, las autoridades ubicaron varios rifles de asalto M-16 y motores de lanchas escondidos cerca del lugar de la incautación, lo que indicaba que los estupefacientes iban a ser enviados por la costa Pacífica Guatemalteca hacia México.
Sin embargo, Súñiga no era el único político guatemalteco relacionado con el Cartel de Sinaloa. En febrero de 2020, Mario Estrada, fundador del Partido Unión del Cambio Nacional (UCN), fue sentenciado a 15 años de prisión en Estados Unidos por conspiración para solicitar dinero al Cartel de Sinaloa con el fin de financiar un esquema de corrupción, orientado a financiar parte de su candidatura para la presidencia de Guatemala en las elecciones de 2019, a cambio de ayuda en el trasiego de drogas.
VEA TAMBIÉN: ¿Qué significa la declaración de culpabilidad de Mario Estrada para Guatemala?
El UCN ha sido tildado de “partido narco” por la prensa nacional, una referencia al gran número de miembros que han resultado implicados en redes de corrupción y vinculados a grupos narcotraficantes. Entre ellos ahora también figuran Vivian y Carlos Preciado Navarijo, así como Edilma Navarijo de León, quien llegó a la alcaldía de La Blanca con la bandera del UCN.
Durante la campaña presidencial de 2019, para los candidatos que recorrían el país haciendo campaña fue especialmente difícil presentarse en el departamento de San Marcos, pues las arraigadas coaliciones políticas hacían casi imposible que candidatos de afuera tuvieran acceso a las licencias para actos públicos y a los líderes comunitarios.
Según un excandidato, que habló con InSight Crime bajo condición de anonimidad, se requería permiso para tener acceso a los territorios que bordean la costa Pacífica y la frontera norte con México. Así pues, un conocido familiarizado con la dinámica regional de San Marcos se ofreció a concertar una reunión para el candidato, una reunión que los llevó a una casa inusualmente grande cerca de la ribera del río Naranjo, de la que salió a saludarlos Edilma Navarijo de León. Con información de InSight Crime.- #Narcotráfico.