Drones usados como armas en México: ¿cambio de reglas o simple truco?

CARTEL DE JALISCO/6 MAY 2021 POR HIROTO SAITOESDrones con bombas adheridas son la última táctica espectacular empleada por los grupos criminales en México para acaparar titulares. Pero los drones —de uso comercial y adaptados con explosivos caseros— tienen una capacidad de destrucción limitada.

El último ataque con drones ocurrió el 4 de mayo, cuando hombres fuertemente armados cometieron un asalto en la carretera en las horas de la madrugada en Tepalcatepec, municipio del estado de Michoacán, suroeste del país, según Proceso. Los perpetradores, que según los residentes hacen parte del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), usaron drones cargados con explosivos C4 y metralla. No se reportaron heridos.

En meses recientes, el CJNG se ha visto implicado en una serie de asaltos similares con drones.

A finales de abril, dos agentes de policía resultaron heridos en un ataque con drones en Aguililla, zona de Michoacán muy disputada que ha sido invadida por el CJNG y sus rivales, incluidos los Carteles Unidos.

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Un agente salió herido en un brazo y otro en una pierna, según las autoridades. El ataque de Aguililla fue el primero en el que se logró causar lesiones con un dron.

Según el secretario mexicano de defensa Luis Crescencio Sandoval González, también se ha denunciado la presencia de drones cargados con explosivos en Guanajuato, donde el CJNG adelanta una campaña de expansión contra el Cartel Santa Rosa de Lima (CSRL), y en Jalisco, plaza fuerte del CJNG.

Este, sin embargo, no es el único cartel que usa drones como armas. A finales de abril fueron capturados varios sospechosos de pertenecer al Cartel Santa Rosa de Lima, señalados de construir drones explosivos.

Uno de los primeros casos sonados de uso de drones como armas en México se conoció en julio de 2018 en la ciudad fronteriza de Tecate, Baja California. Un ataque coordinado de un grupo sin identificar contra la residencia del entonces secretario de seguridad pública de Baja California, Gerardo Sosa Olachea. Aunque uno de los drones usado en el ataque estaba armado con un dispositivo explosivo improvisado, este nunca detonó. Algunos analistas sospecharon que el ataque tenía más el objetivo de intimidar que de producir daño real.

Para monitorear y deshabilitar los drones, la Secretaría de Defensa Nacional (SEDENA) de México planea emplear un sistema antidrones con un costo de 215,7 millones de pesos mexicanos (cerca de US$9,6 millones), según informó El Universal el 21 de septiembre del 2020.

Análisis de InSight Crime

El uso repetido de drones como armas indica que los grupos criminales creen en el potencial de esta táctica. Pero los resultados muestran que es más probable que los drones cargados de explosivos generen más publicidad que daño a sus blancos declarados.

El ataque de Aguililla generó gran atención de los medios de comunicación, y las sospechas iniciales se dirigieron al CJNG. Pero el grupo divulgó posteriormente una declaración en video en la que negaba su participación y atribuía la culpa a un grupo rival, los Carteles Unidos. Una presunta fuente del CJNG declaró que el grupo no tuvo nada que ver, y señaló que carteles rivales querían causar controversia.

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Sin importar qué grupo criminal sea el responsable de los ataques, a sus drones les falta mucho para llegar al nivel de las naves de uso militar no tripuladas, equipadas con misiles de amplio uso en el Medio Oriente, en países como Siria Yemen.

Por las fotografías tomadas, las autoridades mexicanas han declarado que los ataques se están perpetrando con drones de uso recreativo y comercial, livianos y de tamaño pequeño.

El secretario de defensa Sandoval afirmó que esos drones son incapaces de cargar explosivos suficientes para ser considerados armas efectivas. Por el momento, los drones siguen siendo más útiles para los grupos criminales como herramientas de vigilancia y transporte de narcóticos. Con información de InSight Crime. Crimen organizado.