El gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció este viernes una inversión de mil 700 millones de dólares para la detección, vigilancia y mitigación de las mutaciones del virus SARS-COV-2, que causa el COVID-19.
Actualmente, la variante original del virus supone la mitad de los casos en EE. UU., ya que el resto corresponde a mutaciones que han llegado al país, en concreto la británica, la brasileña y la sudafricana.
Según un comunicado de la Casa Blanca, los mil 700 millones de dólares saldrán del rescate económico aprobado en marzo pasado por el Congreso por valor de 1.9 billones de dólares.
Destino de fondos
Esa ayuda para combatir las variantes será canalizada a los estados del país y a otras jurisdicciones a través de los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC, en inglés).
Buena parte de la inversión, mil millones de dólares, será para expandir las pruebas de secuenciación genómica, una técnica que permite analizar las mutaciones que existen en los genes de los pacientes.
La Casa Blanca indicó que esa cantidad servirá para asistir a los CDC, los estados y otros territorios a mejorar su capacidad para identificar las variantes y su circulación entre la población.
El Gobierno pretende que con esa información los CDC y los estados, así como las autoridades sanitarias locales, puedan aplicar mejor las medidas de prevención contra el COVID-19.
También se asignarán 400 millones de dólares a apoyar iniciativas como la creación de seis «centros de excelencia en epidemiología genómica» para impulsar la investigación en este campo y que servirán de enlace entre los departamentos de sanidad estatales e instituciones académicas.
La Casa Blanca dijo en la nota que algunas de las áreas de trabajo de esos centros serán los flujos de trabajo bioinformáticos y la integración de los datos de genoma y epidemiológicos.
Otros recursos
EE. UU. destinará, además, 300 millones de dólares a la creación y apoyo de lo que denomina «infraestructura bioinformática nacional», es decir, un sistema de datos que permita un acceso rápido y efectivo para poder desarrollar acciones concretas para prevenir la expansión de los virus.
La Casa Blanca explicó que los científicos utilizan la bioinformática y la computación para analizar cómo los patógenos se propagan y mutan, lo que puede contribuir a evitar brotes de enfermedades.
La inversión de 300 millones de dólares respaldará este campo a través del sistema público de salud de EE. UU. para constituir un sistema unificado para compartir datos y analizarlos.
Asimismo, esa cantidad se empleará para aumentar la capacitación de expertos en secuenciación y para expandir un programa de becas de los CDC en bioinformática. EFE- AGN #Coronavirus.-