La mayoría de los decesos y desapariciones ocurrieron en el norte del país. El presidente informó de los decesos
Unas 150 personas murieron o están desaparecidas en una aldea indígena del norte de Guatemala tras un deslave provocado por el devastador paso del ciclón Eta por Centroamérica, informó este viernes el gobierno de ese país.
Un deslizamiento de tierra sepultó cerca de 150 viviendas de la aldea Quejá, en el municipio norteño de San Cristóbal Verapaz, y se teme que gran parte de sus ocupantes murieron, dijo el presidente, Alejandro Giammattei.
“Calculamos que entre fallecidos y desaparecidos las cifras no oficiales nos arrojan más o menos 150 muertos”, indicó el mandatario en rueda de prensa.
Una brigada del Ejército llegó este viernes a la aldea Quejá para las tareas de búsqueda de los damnificados y llevar ayuda a los sobrevivientes. Giammattei detalló que no fue hasta ayer en la tarde que “miembros de la quinta brigada del Ejército que arribaron a Quejá y tuvieron que hacer el recorrido por la montaña, a pie, para poder llegar”, dada las condiciones del clima en el país centroamericano, donde continúa la lluvia al norte y este del país.
Además, en las aldeas aledañas Chapenal y Saquixim hay en suma 120 personas evacuadas y un centenar de viviendas inundadas, además de “mucha gente que aún no quiere salir de casa”, como indicó el presidente.
Según el mandatario, hay unas 2.500 personas que han perdido todas sus pertenencias en el sector de las tres aldeas cercanas a San Cristóbal Verapaz “y aún continúan los derrumbes”.
La región continuó sufriendo este viernes los efectos del temporal, con lluvias y neblina en algunas zonas, mientras las autoridades evalúan la devastación que dejó el ciclón desde Guatemala hasta Panamá, antes de dirigirse nuevamente al Caribe.
Autoridades cubanas comenzaron a prepararse para contener el impacto del ciclón, que alcanzará la isla el próximo domingo.
Por su parte, el ministro de Agricultura, Ganadería y Alimentación, José Ángel López, indicó que Eta afectó las cosechas de al menos 6.000 familias y calculó que hay alrededor de 3.100 hectáreas de plantaciones dañadas.
Pero tanto los muertos, los desaparecidos y los daños en viviendas y hortalizas son apenas un estimado dada la inaccesibilidad de algunas zonas donde ni siquiera ha podido llegar la ayuda en helicóptero por la nubosidad y lluvia provocadas por Eta.En el norteño departamento de Peten y en Quiché, además “recién se había sembrado en octubre y noviembre la segunda siembra de maíz y frijol y algunas de estas nuevas siembres se perdieron”, dijo López.
Giammattei insistió en los recuerdos que le han producido los efectos de Eta a la catástrofe del huracán categoría cinco Mitch, que hace 22 años devastó la región centroamericana con sus vientos de más de 250 kilómetros.
“Las lluvias continuarán unos tres o cuatro días más”, principalmente en el noreste de Guatemala, dijo a AFP David de León, portavoz de la Coordinadora de Reducción de Desastres (Conred) de ese país.
De León precisó que centenares de personas permanecen en riesgo, 115 están desaparecidas y 4.800 se encuentran albergadas en Guatemala.
En Nicaragua, donde Eta llegó con potentes vientos y aguaceros que dejaron casas y edificios sin techo y árboles arrancados, persistía la lluvia este viernes en el Pacífico y el norte del país, mientras los ríos en el Caribe continúan crecidos, según las autoridades.
Medios locales reportaron que la localidad de Bilwi, donde hizo impacto Eta, permanece aislada por la crecida del río Wawa, que solo puede ser cruzado por barcaza, mientras pobladores intentan reconstruir sus casas.
El ciclón provocó la muerte de dos mineros en el Caribe nicaragüense, aunque las autoridades no han hecho un recuento del daño de Eta, reconoció la vicepresidenta y portavoz del gobierno, Rosario Murillo.
El ejecutivo anunció que comenzó los trabajos de reconstruir los puertos caribeños destruidos por Eta.
En Honduras murieron 10 personas como consecuencia de derrumbes e inundaciones, aunque Marvin Aparicio, de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) admitió que podría haber más víctimas.
Más de 7.000 personas debieron ser albergadas y miles más permanecen incomunicadas por las inundaciones en el norteño Valle de Sula, el centro industrial de Honduras.
Pobladores de esa zona llamaron desde el jueves a los canales de televisión a pedir ayuda para ser desalojados.
“Necesitamos lancha o helicóptero. Tenemos dos días sin comer, estamos unas 60 personas con niños”, se quejó una mujer que llamó este viernes desde Ciudad Planeta, cerca del aeropuerto de San Pedro Sula, al telenoticiero Hoy Mismo.
El gobierno hondureño anunció este viernes que 16.000 personas fueron rescatadas del Valle de Sula.
Población reubicada
En Panamá los daños se concentraron en la provincia de Chiriquí, fronteriza con Costa Rica, donde ocho personas murieron, según el último reporte del ministro de Seguridad, Juan Pino. Además, hay 68 personas desaparecidas y cientos de incomunicados en todo el país.
El gobierno teme un mayor número de víctimas y daños porque no se ha podido acceder a zonas de difícil acceso. “Apenas estamos empezando con esta labor titánica”, señaló Pino.
En Chiriquí, la tormenta causó los mayores estragos, con destrucción de viviendas, carreteras, puentes y cultivos.
En Costa Rica murieron dos personas por un desprendimiento de tierra que sepultó su casa este jueves en el cantón de Coto Brus, fronterizo con Panamá, mientras 20 carreteras sufrieron cortes, según la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
Alrededor de 1.400 personas fueron trasladadas a albergues, especialmente en el sur y el litoral Pacífico, donde las lluvias que dejó Eta provocaron crecidas de ríos que inundaron grandes extensiones de Costa Rica.
El Salvador registró, por su parte, un pescador muerto este jueves, mientras unas 1.700 personas permanecen albergadas por riesgo de inundaciones, según la protección civil.
El cambio climático produce un aumento de temperatura en las capas superficiales de los océanos, lo cual genera huracanes y tormentas más poderosos y con mayor cantidad de agua, constituyendo una amenaza más peligrosa para las comunidades costeras, según estudios del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). CON INFORMACIÓN DE INFOBAE.
(Con información de AFP y EFE