Aunque hace tan solo unos días se canceló la liga de fútbol, uno de los equipos del deporte más aclamado en México sigue activo y parece estar involucrado en actos corrupción. Esta vez los protagonistas no están en la cancha, sino en las altas oficinas donde los equipos se sostienen económicamente.
Durante varios días estuvieron congeladas las cuentas bancarias de la empresa de cementos Cruz Azul, dueña del equipo de fútbol mexicano y una de las cementeras más importante de México, debido a una investigación por lavado de dinero y delincuencia organizada en su contra, adelantada por la Unidad de inteligencia Financiera (UIF) de ese país.
Así mismo, tres de sus directivos, el representante legal Guillermo Álvarez, su hermano Alfredo Álvarez y Víctor Garcés quedaron con sus cuentas congeladas, señalados de administración fraudulenta y lavado de 1.2 mil millones de pesos mexicanos, en movimientos financieros en otros países y pagos a supuestas empresas fantasma.
El presunto esquema de lavado de dinero parece haber implicado cientos de millones de pesos mexicanos en facturas falsas y parte de las ganancias se usaron para comprar bienes raíces en Estados Unidos, según el director de la UIF Santiago Nieto en entrevistacon W Radio.
Las revelaciones desde alguien al interior de la cementera Cruz Azul señalaban que Guillermo Álvarez “saqueó” millones de pesos y los ocultó en Estados Unidos y España, según información de La Jornada.
Por su parte, el vocero dela compañia, Jorge Álvarez, negó las acusaciones y señaló que son acusaciones “sin fundamento y sin prueba alguna”, según recogió el medio Récord.
Ante la necesidad de responder con compromisos salariales para miles de personas durante la pandemia, la UIF descongeló las cuentas para que Cruz Azul pudiera pagar a sus empleados. Sin embargo, los tres directivos de la institución siguen investigados y con sus cuentas congeladas.
Pero el 2 de junio, Nieto declaró que el club había sido incorporado formalmente a la investigación.
Análisis de InSight Crime
Con las denuncias, incluso dirigidas hacia sus directivos, se creía que “la Máquina Cementera”, como se le conoce al equipo de fútbol, podría perder su calidad de afiliado en la liga mexicana.
No obstante, el abogado de Cruz Azul y partido denunciante, Sergio Barradas, explicó que no se trataba de afectar al equipo, pero sí de retirar a los dirigentes del cargo.
El fútbol y la corrupción, especialmente en México, parece ser un matrimonio bastante fuerte, debido a la filiación que hay por este deporte y el dinero que se inyecta en un lucrativo negocio como este.
Por el momento, la liga mexicana de fútbol, Liga MX, parece de parte del club. Aunque Guillermo Álvarez será retirado de la presidencia del club, él no era el único dueño del equipo, lo que significa que Cruz Azul bien podría seguir en la liga con nuevos directivos.
Figuras históricas del fútbol como Jorge Campos, exarquero de la selección mexicana, ha denunciado que, detrás de las transacciones, hay “mafia y corrupción” en las altas esferas del deporte. De acuerdo con Campos, “los amigos de los presidentes” son quienes terminan por manejar este tipo de negocios.
El narcotráfico también ha encontrado un lugar en el fútbol mexicano para sus intereses. En el 2018, para cuando se adelantaba el juicio contra Joaquín Guzmán, alias “El Chapo”, uno de sus socios Tirso Martínez Sánchez, conocido como “El Futbolista”, confesó haber sido dueño de varios equipos mexicanos como Querétaro, Celaya, Irapuaro y La Piedad para negociar con ellos y lavar dinero.
Desde los cuerpos técnicos de equipos, hasta presidentes, árbitros y narcotraficantes se han visto involucrados en casos de corrupción dentro de la liga mexicana, que a pesar de haberse cancelado como consecuencia del coronavirus, sigue dando de qué hablar y no precisamente por el fútbol como tal. Con información de InSight Crime. #Crimen organizado.